Martín Miguel de Güemes nació el 8 de febrero de 1785 en la ciudad de Salta, en lo que hoy es Argentina. Provenía de una familia aristocrática y recibió una educación formal. A pesar de su origen acomodado, Güemes se unió tempranamente al movimiento independentista que buscaba liberar a América del dominio español.
Güemes se destacó por su habilidad militar y táctica, convirtiéndose en un líder respetado. A medida que se intensificaba la lucha por la independencia, la región del noroeste argentino se convirtió en un frente crucial. Güemes implementó con éxito la guerra de guerrillas en la región, utilizando tácticas de hostigamiento y emboscadas contra las fuerzas realistas.
En 1815, Güemes fue nombrado comandante general de las milicias gauchas de Salta. Estableció el sistema defensivo conocido como «Guerra Gaucha», que consistía en la movilización de gauchos y milicias locales para resistir las incursiones realistas. Estableció una red de fortines y postas para asegurar la defensa de la región.
Güemes también mantuvo relaciones diplomáticas con otros líderes independentistas, como José de San Martín y Simón Bolívar. Su apoyo fue fundamental en la logística y la provisión de tropas para las campañas libertadoras en el norte de Argentina.
Sin embargo, Güemes enfrentó numerosos desafíos y traiciones, tanto de enemigos realistas como de algunos sectores independentistas. En 1820, la situación política en Argentina se volvió inestable, y Güemes fue derrotado en Salta. Se retiró a la región de la Quebrada de Humahuaca, donde continuó resistiendo.
Trágicamente, el 17 de junio de 1821, Martín Miguel de Güemes fue asesinado por una partida realista mientras defendía la ciudad de Salta. Su muerte fue un golpe duro para la causa independentista, pero su legado perdura como uno de los héroes de la independencia argentina. Cada 17 de junio, se conmemora en Argentina el Día de la Bandera en su honor.